Otra historia de vida narra, la intervención oportuna y lúdica de un profesor :” Desde muy pequeña me he sentido atraída por la literatura, me gustaba aprender las canciones que enseñaban en el colegio, recuerdo que mi maestra se llamaba María Eugenia, y era bastante dura para corregir, así que yo me daba cuenta y trataba de escribir lo mejor posible, buscando que mi trabajo le agradara,entonces… empecé a involucrarme en la literatura, porque a los mas juiciositos los dejaba pertenecer a la tuna de la escuela, esta la dirigía el profesor Carlos yo ingresé a ella, y me sentía muy feliz porque él nos enseñaba a cantar, a recitar poesías, trabalenguas, coplas; nos presentábamos en los eventos de la escuela, y en algunas ocasiones en otras instituciones. Estella López .Kennedy Cread .
Nos ubicamos en un lugar común, pero, muy alarmante, al mencionar que la escuela es la institución que no favorece realmente la formación de lectores, este enunciado se repite constantemente en encuentros académicos, en las carreras de pregrado y de posgrado, en las secretarías de educación, en los encuentros académicos, en la calle, en todas partes. ¿Cuáles son realmente las causas de esta aseveración? Carlos Gamboa Bobadilla integrante de nuestro equipo investigador, plantea en una ponencia que en la escuela no se puede promover la lectura si el docente es un “analfabeta literario” creo que es justificada su apreciación. Si bien es cierto, que los maestros manifestamos que a los estudiantes no les gusta leer y que ellos dicen que el libro es aburrido, porque tiene demasiadas páginas y carece de dibujos, la letra es demasiado pequeña y las palabras complicadas, porque son desconocidas para su universo vocabular… Como maestros no conversamos entre pares para revisar ¿Qué perspectiva pedagógica induce nuestra oferta de lectura de literatura en el aula de clase? ¿Qué criterios personales y colectivos se ponen en consideración para definir un corpus de lecturas, que se puedan ofrecer a un grupo de estudiantes que por deprivación cultural no hayan tenido acceso a la literatura? ¿cómo es nuestra historia lectora? ¿Qué libros han colocado la impronta en nuestra vida personal y profesional en torno a la vivencia organística con la literatura? Creo que la lectura de literatura no es sólo cuestión de talleres lúdicos y creativos, esto va más allá, está en la apuesta personal del maestro “lector de literatura”, en su contexto sociocultural y académico, en su capacidad de reflexión y de aprendizaje.
Además, teniendo en cuenta que en el contexto nacional la investigación en torno a la lectura, la escritura y la oralidad no han sido apoyadas como políticas de estado y que sólo en los últimos tiempos la Secretaría de Educación de Bogotá, y otras secretarías regionales ha dado algunos derroteros en sus planes sectoriales de educación, corresponde como siempre a las comunidades académicas propender por apuestas pedagógicas en las que las didácticas de la literatura sean trabajadas con rigor, desde la interlocución con los otros, en círculos de discusión, en tertulias, en conversatorios, así, la literatura, será concebida como un espacio democrático, de socialización, de desarrollo de la autonomía, de desarrollo de personalidades críticas y propositivas, entonces la literatura no será como dice Beatriz Helena Robledo “Una señora muy bien vestida en vía de extinción…porque el problema no es que la literatura esté en la escuela, sino de qué manera está y para qué. ¿Qué se hace con ella? ¿Cuál es su papel allí?
Maestros, bibliotecólogos, familias son los responsables de la formación de lectores de literatura en la escuela, en la intimidad del hogar, en las bibliotecas comunitarias, estatales y privadas, todos al encuentro con las mágicas, fantásticas, inverosímiles, reales, ficcionales, amorosas y nostálgicas historias que los hombres y mujeres de la humanidad han dejado y dejan constantemente como legado cultural, como memoria de la historia de la humanidad. La lectura de literatura, es sencillamente un encuentro personal, es una cita amorosa, secreta, genuina, en la que este lector autónomo cautivo y cautivado por lo literario es el único que gana para sí la belleza, el encantamiento y el misterio de las narrativas en las que los autores como notarios de la humanidad nos recuerdan que somos hombres y mujeres capaces de hacer historia, una historia interminable, la historia interminable…Michel Ende
• BIBLIOGRAFIA GENERAL
• Gamboa Bobadilla, Carlos Arturo /Quintero Blanca Ligia / Méndez Hidalgo, Nidia / Molano Myriam / Varón, María Dilia / Amaya Rosa Zoila. (2008) Desarrollo metodológico para la caracterización y perspectivas pedagógicas del canon literario. Universidad del Tolima. IDEAD. Comité Central de Investigaciones. Ibagué.
• MEN. (1998) Lineamientos curriculares de lenguas castellana. Bogotá.
• Dubois, María Eugenia. Lectura, literatura, educación. Memorias VI foro educativo distrital de la lectura y la escritura. 8-9 de octubre 2001. Alcaldía Mayor de Bogotá. NOTAS.
[1] Gamboa Bobadilla, Carlos Arturo / Ligia Quintero, Blanca / Méndez Hidalgo, Nidia / Molano Myriam / Varón, María Dilia / Amaya Rosa Zoila. (2008) Desarrollo metodológico para la caracterización y perspectivas pedagógicas del canon literario. Universidad del Tolima. IDEAD. Comité Central de Investigaciones. Ibagué.
[2] Idem
[3] Petit Michelle Del Pato Donald a Thomas Bernhard – Autobiografía de una lectora nacida en París en los años de postguerra.
[4] Petit Michele
[5] Ana María Machado.